3 razones por las que deberías espiar a tus hijos

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Como padre, tu trabajo es proteger a tus hijos y mantenerlos seguros. Esto significa vigilar lo que hacen en Internet, así como en el mundo real. Por desgracia, la tecnología ha facilitado más que nunca que los niños se metan en problemas sin que sus padres se enteren. Por eso es importante que los padres espíen a sus hijos. Aquí hay 3 razones por las que las madres deberían espiar a sus hijos.

Debemos hacer todo lo posible para mantenerlos a salvo

Como madres, una de nuestras principales responsabilidades es asegurarnos de que nuestros hijos estén a salvo, incluso si en algunos casos esto supone una violación del “derecho a la privacidad” de nuestros hijos. Pensemos en una madre que ha perdido a un hijo por culpa de las drogas, o que se ha enterado demasiado tarde de que su hijo andaba a escondidas con una persona que luego le haría daño. Una madre en esa situación elegiría ayudar a su hijo cueste lo que cueste.

Los niños son inmaduros en muchos aspectos

Incluso el niño más brillante puede tener inmadurez emocional. Los niños no tienen en cuenta las consecuencias a largo plazo de hacer un vídeo polémico o publicar una foto comprometedora. Esperamos demasiado de nuestros hijos cuando no comprobamos sus publicaciones en Internet. Contamos con que gestionen adecuadamente la libertad de forma madura.

Es natural que los niños se comporten como niños. Por eso tienen padres que les guían. No sabrás realmente lo que quieren y necesitan aprender si ni siquiera sabes lo que están haciendo.

Necesitan la verdad

Todos queremos creer lo mejor de nuestros hijos, pero lamentablemente no siempre es así. Muchos niños dicen a sus padres lo que creen que quieren oír. No siempre son comunicativos con la información porque tienen miedo de decepcionar o meterse en problemas. Al espiar a tus hijos, puedes obtener toda la información y ayudarles a tomar mejores decisiones.

¿Todavía no estás convencido de que los padres deban espiar a sus hijos?

Puede que tu hijo lo llame espionaje, pero es hora de cambiar nuestra forma de pensar al respecto. Nuestros hijos pasan más tiempo en Internet que en nuestros salones y patios. Esto no es espiar; es ser padres. Desde el principio, sea abierto y honesto con sus hijos.

Dígales que vigilará sus teléfonos cuando se los dé. Recuerde a sus hijos que pueden dirigirse a usted con cualquier problema y que les querrá pase lo que pase.